que nada exista mañana

que nada exista mañana es una posibilidad

que nunca nadie debería olvidar.

que mañana un viento, una palabra, una

repentina ausencia, la soledad imprevista, 

un contratiempo

puede sacudirnos la vida que aún no ha sucedido.

yo soñaba con alcanzar una casa, llenarla de flores

y ternura infinita. 

que el amor se proyectara en todos los  espejos y la luz

no doliera

pero el hombre a quien amo nunca es el mismo 

porque los hombres a los que amo siempre llevan una maleta

y un adiós debajo del brazo

y sin embargo, resisto

y

te digo qué ganas de que esta casa exista  y llamarla nuestra

tú me dices aún queda mucho

y a mí que siempre me dio miedo el tiempo

sonrío 

sin apenas darle una oportunidad a la pena,

a la ansiedad, al hundimiento. 

porque aprendí que una casa puede ser cualquier lugar 

aunque no tenga paredes

ni cimientos ni techo o chimenea.

porque cuando nos vamos a dormir juntos casi siempre sueño contigo

y me despierto escuchándote decir acércate que te abrace

y podríamos estar en el mismo infierno sin saberlo, 

sobre las ruinas de un antiguo imperio

donde aún sollozan los cuerpos rotos,

flotando a la deriva 

en un mar enfermo,

sobre un volcán a punto de destrozar mil ciudades

o bajo el sepulcro de otro amor caduco.

Y nada importaría

si incluso en los espejos del inframundo sigue siendo tu rostro

al que me asomo cada día,

si sigue siendo tu nombre

el que me obstruye los pulmones.